El mercado de deuda bursátil de estados y municipios vive una sequía desde mediados de 2008, afectado por la volatilidad, el incremento de la percepción de riesgo y el aumento de las sobretasas (spreads), dando «vía libre» al apuntalamiento del financiamiento de la banca.
De acuerdo con la Bolsa Mexicana de Valores, de 2002 -año que comenzaron estas entidades a colocar deuda privada- a la fecha diversos estados, municipios y el Distrito Federal han obtenido financiamiento mediante la colocación de certificados bursátiles por un monto conjunto de 73 mil 575 millones de pesos.
Estos recursos han financiado la expansión de la infraestructura de los distintos estados que han tenido acceso al mercado de valores, con lo cual han realizado proyectos carreteros, plantas de tratamientos de agua, entre otros.
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