Tras la caída en ventas provocada por la crisis económica de Estados Unidos en 2008 y el brote de la influenza en 2009, este año la inseguridad volvió a dar al traste con los anhelos de recuperación del sector inmobiliario con vocación turística del país.
Por un lado, los propietarios de inmuebles en Acapulco, Guerrero han dejado de rentar, por el temor de darle cabida al narcotráfico; por otro, en San Miguel de Allende, Guanajuato y Puerto Peñasco, Sonora el 100 por ciento de las transacciones corresponden a reventas o propiedades de extranjeros asustados, que buscan deshacerse de sus activos para regresar a su país.
Así lo manifestó el vicepresidente de la sección de Puerto Peñasco de la Asociación Mexicana de Propietarios Inmobiliarios (AMPI), Bruce Greenberg, quien relató que en 2009 las ventas de viviendas vacacionales cayeron 50 por ciento con relación a 2008, debido a que el mercado estadounidense, conformado principalmente por retirados, perdió el 40 por ciento de su poder adquisitivo por la crisis. Indicó que en 2010 el volumen de transacciones en Puerto Peñasco creció con 100 por ciento respecto a 2009.
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