Al otro lado del teléfono, Sofía se escucha desesperada: «literal así me dijeron ‘voy a secuestrar a tu niño y voy a vender sus órganos’… ya no sabes cómo actuar, ya no sabes si te vienen siguiendo o te están vigilando«. El testimonio de Sofía es el claro ejemplo que las aplicaciones montadeudas no se han extinguido, sus métodos de intimidación, tan agresivos como siempre, continúan.
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