Cuando Colin Horseman, de 85 años, fue admitido en la clínica Royal Infirmary de Doncaster, en Inglaterra, a fines de diciembre, fue por una sospecha de infección renal.
Pero poco después contrajo covid-19. En ese momento, aproximadamente una de cada cuatro personas hospitalizadas con el virus lo había adquirido allí. Desarrolló síntomas graves y finalmente fue intubado con un respirador. Pocos días después, murió.
Leer más en: Informador.