La urgencia ante la falta de ventiladores para asistir a los enfermos en COVID-19 en México llevó a expertos del Instituto Nacional de Nutrición (INCMNSZ) y a tres empresas especializadas en manufactura automotriz: Metalsa, Torey y Bocar, a adaptar sus conocimientos a la industria médica y desarrollar el primer ventilador de fabricación mexicana en tiempo y costo récord.
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