Mary Hawes estaba harta de programar en ensamblador para los ordenadores mastodónicos de su empresa, Burroughs Corporation, así que logró organizar una reunión con académicos, fabricantes y usuarios de ordenadores y propuso una idea genial: «¿Qué tal si creamos un lenguaje de programación más fácil de entender y usar que el ensamblador o el código máquina?»
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