Los investigadores – financiados la British Heart Foundation (BHF) – expresan que uno o más parches podrían implantarse en el corazón de una víctima de ataque cardíaco para prevenir o incluso revertir el daño al órgano.
Además, demuestran que los parches de corazones cultivados en el laboratorio son seguros para pasar a ensayos en personas con corazones dañados después de un infarto, según su investigación presentada en la Conferencia de la Sociedad Cardiovascular Británica (BCS, por sus siglas en inglés).
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