Si piensas en una tecnología moderna y sofisticada, probablemente el desagradable pitido de un fax no sea lo primero que te venga a la cabeza.
Los facsímils o telecopias -sí, ese es su nombre original- son anteriores a la era digital. Las máquinas que permiten enviarlos tienen más de 170 años de antigüedad, por eso muchos las consideran tecnología obsoleta.
Sin embargo, varias empresas y gobiernos de todo el mundo se resisten a abandonar el fax, que durante mucho tiempo y a partir de la década de 1980 fue indispensable en cualquier oficina que se precie.
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