¿Crees que nunca te engañarían con un email fraudulento? Pues caer en manos de los estafadores de internet es más fácil de lo que muchos piensan.
A través de técnicas como el phishing —que consiste en «pescar» a los internautas ganándose su confianza al hacerse pasar por una persona o entidad respetable, como el banco o el departamento de Recursos Humanos de la empresa— los cibercriminales logran manipularnos.
De hecho, todos somos algo más vulnerables desde el momento en que introducimos nuestros datos en un formulario online o hacemos clic en un enlace.
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