Un grupo de investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrolló una cápsula que podría usarse en la administración de dosis orales de insulina.
El nuevo estudio señala que la píldora, del tamaño de un arándano, liberaría insulina en el estómago de las personas, lo que podría reemplazar las inyecciones diarias en los pacientes con diabetes tipo 2.
Leer más en: Informador.