Resulta que investigadores científicos del Max Planck Institute for Chemistry en Mainz acaban de desarrollar un nuevo método para clasificar películas.
En donde simplemente miden la concentración de isopreno en el aire de la sala de cine. Bajo la premisa de que mientras más nerviosas y tensas estén las personas por la cinta que miran; más variable será el isopreno que emiten.
El isopreno se forma como parte de los procesos metabólicos y se almacena en el tejido muscular. Pero se libera a través del sistema circulatorio, el aire expirado y la piel cada vez que nos movemos.
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