¿Quién no ha experimentado alguna vez estrés por una conexión a internet demasiado lenta? Ese fallo súbito que te deja sin señal en el preciso momento en que termina tu serie favorita o cuando vas a enviar un email urgente a tu jefe que puede ser determinante.
A veces, la culpa de los molestos errores de conexión la tiene la compañía que suministra internet. Pero en otras ocasiones son los objetos cotidianos que tenemos en casa los culpables de que se obstaculice la señal.
Son las llamadas «fuentes de interferencia» o «barreras inalámbricas», los enemigos del wifi que hacen que funcione peor.
Te contamos cuáles son y por qué es buena idea mantener esos objetos alejados de tu router y del dispositivo desde el que te conectas a internet.
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