Investigadores de la Universidad de Texas (EU) programaron un sistema basado en materiales de la marca danesa Lego y un teléfono móvil que es capaz de detectar «con sensibilidad» los compuestos químicos de esas armas, cuantificar la cantidad de veneno y distinguir entre diferentes tipos.
Entre las armas químicas más conocidas se encuentran los agentes nerviosos, unas sustancias altamente tóxicas que evitan que el sistema nervioso funcione correctamente y que pueden causar la muerte en humanos en cuestión de minutos.
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