Una bolsa de plástico tiene una vida útil promedio de 15 minutos, es raro que se use más de una vez y puede tardar en degradarse hasta 400 años, según datos de ambientalistas.
Desde hace cuatro años, la maestra Sandra Pascoe, académica de la Universidad del Valle de Atemajac (Univa Guadalajara), trabaja en la elaboración de un bioplástico a partir del jugo de nopal. Sus hallazgos podrían representar la solución al uso de plásticos comunes -derivados del petróleo- en bolsas y demás desechables.
A diferencia de los plásticos comunes, el bioplástico a base de jugo de nopal se degradaría en un periodo de dos a tres meses en condiciones normales a la intemperie, pero si entra en contacto con agua el proceso puede reducirse a dos o tres días.
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