“En esta última década dormimos dos horas menos de lo que dormíamos hace 20 años”, sostuvo Facundo Nogueira, jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas, al expresar que se trata de un fenómeno cultural de la modernidad.
El profesional dijo “nos acostamos cada vez más tarde y tenemos que levantarnos temprano para viajar hasta el trabajo. La expansión de las ciudades nos quita tiempo de descanso y lo convierte en tiempo de viaje”.
“Además, con la llegada del celular, las computadoras, la televisión e Internet -enfatizó- estimulamos más nuestro cerebro, exponiéndolo a la luz artificial hasta la madrugada, lo que impide que el organismo entre en la fase de reposo”.
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