El trabajo en esta fábrica de la empresa que hace los teléfonos inteligentes OpenPlus en Shenzhen, en el sur de China, tiene un ritmo frenético.
Sus líneas de producción son operadas principalmente por humanos y existen muy pocas zonas automatizadas.
En ellas se construye el 5T, su último modelo de celular inteligente, lanzado en el país en junio de este año (llegó a otros países el 16 de noviembre).
Carl Pei, uno de los fundadores de la empresa, le contó a la BBC que «hacer desde China un producto tan complejo como teléfonos inteligentes no les permitió probarlos en cada país en donde los vendieron».
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