Los talleres de robótica y programación que imparte la institución benefician a mil 600 alumnos de 23 escuelas.
A Ian, quien cursa el tercer año de primaria, le gustan mucho los carros y los videojuegos, y aunque apenas tiene nueve años, se ve trabajando en el futuro en algo relacionado con ciencia y tecnología. Otro niño de menor edad, Farid, sueña con crear un cohete grande que dé vueltas al Sol.
En los talleres de innovación y emprendimiento, los instructores hacen repetir a sus alumnos los tres pasos para crear un invento: inspiración, creatividad e innovación. A través del ejemplo de Hippo Water Roller, una especie de carrito transportador de agua que permite saciar la sed de niños africanos sin fuentes cercanas del vital líquido, los niños aprenden a imaginar sus propias ideas innovadoras.
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