Por el momento no te permitiría recargar un teléfono, pero puede que la solución al problema de las baterías descargadas la tengas en la boca.
Una batería de energía bacteriana activada con saliva acaba de ser desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York.
Se trata de la nueva generación de pilas microbianas (MFC, por sus siglas en inglés), que crean corrientes eléctricas a través de bacterias.
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