Los ataques suicidas han protagonizado algunos de los atentados más graves de los últimos años en distintas partes del mundo. Pero ¿qué ocurriría si el kamikaze no fuera una persona, sino un dron?
Las grandes potencias mundiales se han propuesto responder a esta pregunta, y para ello están fabricando un nuevo tipo de arma que muchos consideran que cambiará para siempre la manera de hacer guerra: vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) que funcionan como bombas automáticas.
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