Sabemos que la contaminación del aire tiene muchas consecuencias, como daño al cerebro, un aumento en las probabilidades de sufrir un infarto e incluso se relaciona con la muerte de 3 millones de personas cada año. Y ahora, un nuevo estudio dice tener evidencia de daño al ADN en jóvenes y niños.
El daño específico es el acortamiento de lo telómeros, algo que ha sido relacionado con el estrés y la muerte prematura. Los investigadores de la Universidad de California, Berkeley, sugieren que el largo de los telómero puede tener un uso potencial como un biomarcador del daño al ADN debido a la exposición ambiental y/o a la inflamación crónica.
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