Un empleado con la camiseta puesta puede ser un elemento de valor agregado para una empresa, más allá del entusiasmo por el trabajo diario, pues si es además alguien con un perfil activo en redes sociales, puede convertirse en un influencer para la marca.
Tras crear una agencia para potenciar influencers en redes sociales y su relación con marcas, Ismael El-Qudsi, director general de Social Reacher, detectó que para muchas firmas era más valiosa la idea de convertir a su misma fuerza laboral en embajadores de marca, que invertir en contratar uno externo para realizar esta labor. De esta forma nació su plataforma por incentivos que hace del trabajador un influencer.
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