La ciencia lo ha confirmado: los seres humanos son afectados por la energía del entorno social, que puede ser absorbida o transmitida.
Varios estudios llevados adelante por distintos grupos de investigadores permitieron llegar a la conclusión de que la energía se transmite de una persona a otra, lo que representa un hecho de física pura.
Livia Lee Bader, médica y terapeuta, realizó un estudio con algas en el que pudo corroborar cómo la energía fluye a través de éstas, siendo absorbida o transmitida…
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