La próxima vez que salgas a caminar en la noche, dedica un minuto a pensar en la modesta luz de las farolas porque, en realidad, ya no es tan modesta.
No se trata sólo de que las bombillas sean más eficientes y gasten menos energía cuando se cambian por diodos emisores de luz (LED por sus siglas en inglés o ledes), sino que también ayudan a combatir el crimen, facilitan la vida de los ciclistas e incluso protegen a las tortugas.
Leer más en: BBC Mundo.