Seguramente conoces a personas que son más generosas que otras. Es posible que te preguntes o te hayas preguntado: ¿Por qué no puedo ser más generoso? o simplemente ¿Por qué no soy generoso? Tal vez culpes a tus padres por la mala educación que te dieron o a tus maestros, pero tranquilo, la culpa es de tu cerebro.
Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences y dirigido por Patricia Lockwood, de la Universidad de Oxford, asegura que existe una parte del cerebro que nos ayuda a ser buenos con los demás, a ser más generosos, esa zona cerebral es el córtex cingulado anterior subgenual.
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