Con el calentamiento global, la demanda de frío va en aumento: ese frío que generan nuestros electrodomésticos y dispositivos de refrigeración.
Pero el actual método para hacerlo es contraproducente: muchos de los aparatos (neveras, ventiladores, aire acondicionado) funcionan con electricidad obtenida de fuentes fósiles, como carbón y petróleo.
Y eso no hace sino empeorar las cosas.
Por eso, alrededor del mundo, varios científicos se dedican a buscar la manera de crear nuevas tecnologías que sean limpias y, a la vez, eficientes.
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