La aplicación móvil Snapchat, creada en 2011 por Evan Spiegel cuando tenía 21 años, se hizo conocida inicialmente por su mala fama.
En 2012, comenzó a tener éxito en las escuelas, pero pronto creó preocupación entre padres y adultos, pues la aplicación se prestaba para el intercambio de imágenes sexuales entre los adolescentes.
Snapchat reunía todas las condiciones para atraer a los menores y alejar a los padres: era gratuita, su navegabilidad no era sencilla, era posible esconder las identidades reales y las imágenes tenían una vida útil de segundos antes de autodestruirse.
Leer más en: BBC Mundo.