Fiordos, renos y nieve. Noruega es bien conocido por estos tres tópicos turísticos, pero debería añadirse un cuarto: los coches eléctricos. Y es que el país escandinavo funciona como un enorme imán que ejerce una atracción irresistible sobre estos modelos, que proliferan en este enclave del norte de Europa como en ningún otro lugar del mundo.
En la nación nórdica se vendieron casi 75.000 automóviles a pilas en 2015. Pueden parecer pocos, pero es el líder europeo y también uno de los mundiales, porque solo se entregaron más coches de este tipo en EE UU, China y Japón. Y, como tiene además una población reducida, de 5,1 millones de personas, resulta que termina postulándose como la referencia absoluta, porque ostenta la mayor proporción de modelos eléctricos por habitante del globo: 14,7 vehículos por cada 1.000 residentes. No hay otro país que se acerque siquiera a estos registros. EE UU va a continuación, y se queda con una tasa del 0,97.
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