¿Te acuerdas cuando tenías 10 años y tus vacaciones de verano se sentían como 3 años? Yo también, es un poco diferente ahora, los años parecen volar en estos días.
Y a medida que envejecemos, cada año parece ir más rápido. ¿Porqué es eso?
Investigadores aseguran que a medida que envejecemos, experimentamos el tiempo de manera diferente de lo que solíamos. Se cree que nuestra percepción del tiempo comienza a acelerar el paso del tiempo, a consecuencia de la reducción de la producción de dopamina en el cerebro impactando nuestros relojes internos.
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