Un equipo internacional de científicos describe una nueva especie de homínido, llamada Homo naledi, cuya morfología se sitúa entre los géneros Australopithecus y Homo. Su nombre, Homo naledi, significa «estrella» y tiene muchas papeletas para ser incluído con honores en la lista de nuestros antepasados más antiguos. Sus rasgos anatómicos, en efecto, le sitúan justo en el espacio que existe entre los últimos australopitecos y los primeros representantes del género Homo, al que todos nosotros pertenecemos.
Muchas papeletas, es cierto, pero no todas. De hecho, por el momento no ha sido posible determinar la antigüedad de sus restos fósiles, ni tampoco averiguar cómo llegaron a acumularse por lo menos quince individuos diferentes en una sima que se encuentra en el fondo de una oscura y muy poco practicable cueva surafricana.
El hallazgo fue anunciado a bombo y platillo en Londres, donde tiene lugar un importante congreso sobre Evolución Humana, por científicos de la Universidad surafricana de Witwatersrand (Wits), la National Geographic Society y la Fundación Nacional de Investigación de Suráfrica. Sin embargo, otras instituciones, como la Universidad de Nueva York o nuestro Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), han colaborado activamente en el estudio y descripción de esta nueva especie, que se acaba de publicar en la revista eLIFE.
Los primeros restos de Homo naledi fueron hallados en 2013 en el interior de una cueva llamada Rising Star, a unos 50 km. de Johannesburgo. A partir de ese momento, numerosos investigadores de varios países se fueron sumando al proyecto de excavación y posterior análisis de los restos, cuyo número no dejaba de crecer. De hecho, se dispone ya de 1.550 fósiles diferentes de la nueva especie. Y ello a pesar de que hasta ahora sólo se ha excavado a conciencia un solo metro cuadrado del yacimiento.
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