Un equipo de paleontólogos del Museo Sueco de Historia Natural descubrió en la Antártida un espermatozoide fosilizado en un capullo de gusano de hace 50 millones de años. Se trataría del esperma fósil más antiguo del mundo, según un artículo publicado en la revista Biology Letters.
Los científicos, liderados por Benjamin Bomfleur, aseguran que la fosilización se habría producido después de que el esperma quedara atrapado en las paredes del capullo de gusano, al igual que un mosquito se puede petrificar en el ámbar.
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