Una cafetera y una olla exprés fueron las precursoras del actual equipo de hipertermia hídrica controlada (HHC), mediante el cual se inyecta vapor para el tratamiento de tumores óseos benignos y malignos en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
Esta técnica consiste en aplicar calor a la lesión del hueso a una temperatura promedio de 45 grados centígrados, aunque en ocasiones alcanza los 70 grados, lo cual ha permitido evitar cirugías abiertas o la amputación de algún miembro del cuerpo de los pacientes.
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