El célebre esqueleto de Diplodocus que recibe desde hace décadas a los más de cinco millones de visitantes anuales del Museo de Historia Natural de Londres cederá en 2017 su puesto central en el vestíbulo del edificio a los restos de una colosal ballena azul de más de 25 metros.
Los responsables del museo, uno de los más visitados del mundo y que afronta una década de transformaciones, anunciaron hoy una medida con la que pretenden modernizar su exposición permanente y aumentar el impacto que recibe el público al acceder al emblemático edificio Waterhouse, inaugurado en 1881 en el acomodado barrio de South Kensington.
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