Tras el exitoso arribo de la misión Rosetta al cometa 67P, los ojos de la ciencia se han centrado en encontrar respuestas a diversas teorías sobre el origen de la vida en la Tierra a partir del análisis de moléculas orgánicas que ayudan a entender un poco mejor el origen de nuestro Sistema Solar.
Sin embargo, esta no es la única misión que se encuentra en curso con el objetivo de proveer más información. La NASA se encuentra preparando “OSIRIS-REx” (Origins Spectral Interpretation Resource Identification Security Regolith Explorer) y su destino en esta ocasión no es un cometa, sino un asteroide, que tiene el ‘simpático’ nombre de Bennu.
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