Quizás no sea un complemento muy estético, pero puede ser útil: una correa que se ajusta en la barbilla y convierte los movimientos de la mandíbula en electricidad.
Así, masticar podría producir la energía necesaria para cargar pequeños dispositivos, por ejemplo audífonos.
Esa es la invención de un equipo de ingenieros, que crearon la correa con un material «inteligente» que se carga de electricidad cuando se estira.
Según Aidin Delnavaz y Jeremie Voix, de la École de Technologie Supérieure de Montreal, en Canadá, los movimientos de mandíbula son buenos candidatos para ofrecer energía natural.
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