Un experimento en ratones diseñado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EUA, abre la puerta al desarrollo de técnicas para alterar las emociones positivas o negativas asociadas a cada recuerdo sin utilizar sustancias químicas.
El equipo liderado por el japonés Susumu Tonegawa lograron manipular las emociones de ratones con ayuda de un láser y poder estimular ciertos circuitos neuronales del hipocampo, región del cerebro responsable de la memoria espacial y la navegación que ayuda a recordar el dónde y el cuándo de los acontecimientos.
Los resultados publicados en la revista Natura, señala que lograron que los roedores asocien con emociones placenteras recuerdos creados en situaciones de miedo y, a la inversa, que los momentos agradables se tornen en recuerdos relacionados con el estrés.
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