Crear vida a partir de la muerte es el objetivo de una empresa en México que ofrece servicios fúnebres marinos, para que las cenizas del fallecido descansen flotando en una urna biodegradable o reposen eternamente en un arrecife en el fondo del mar.
A los dueños de Inmemoriam no les gustan las palabras fúnebres. Ni cripta, ni tumba, ni cementerio marino, prefieren llamar a los funerales «homenaje a la vida» y «perlas» a las bolas en las que se meten las cenizas de los fallecidos.
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