Investigadores de la Universidad de Oxford han desarrollado una pantalla con un grosor inferior al de un cabello humano a partir de la creación de píxeles de apenas unos cientos de nanómetros (medida de longitud que equivale a la milmillonésima parte de un metro).
Con esto se podrán desarrollar equipos electrónicos mucho más potentes en cuanto a resolución de imagen y más económicos en consumo de energía. Gracias a este descubrimiento se podrán diseñar pantallas flexibles que podrán ser usadas en gafas inteligentes, retinas sintéticas y pantallas plegables en un inicio.
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