Las explosiones tienen un gran alcance de radiación que liberan energía magnética y son vistas como zonas brillantes en el sol que pueden durar de minutos a horas
La llamarada, señala la NASA, está clasificada como M6.5, ya que llegó a los 131 Angstrom, que es una unidad de medida equivalente a la 10 mil millonésima parte del metro utilizada principalmente para indicar las longitudes de onda de la luz visible.
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