Snapchat había asegurado a sus usuarios que las fotografías privadas enviadas en su aplicación serían eliminadas automáticamente; sin embargo, esas promesas fueron falsas.
Este jueves, los creadores de la aplicación aceptaron los cargos de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) por engañar a sus clientes en varios niveles. La app no era totalmente segura, y la compañía estaba espiando secretamente a sus usuarios.
Pese a los señalamientos, la startup de Los Ángeles está recibiendo sólo un jalón de orejas. Como parte del castigo, la firma permitirá a auditores independientes expertos en privacidad inspeccionar la compañía por los siguientes 20 años, y fue forzada a prometer que será más franca con sus usuarios. Eso es todo.
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