En los últimos años, mientras algunos gigantes tecnológicos han cerrado acuerdos multimillonarios para añadir nuevas líneas de negocio a sus empresas —como la compra de WhatsApp por parte de Facebook y la del negocio de móviles de Nokia por parte de Microsoft—, Apple ha tomado otra estrategia. La firma ha optado una serie de pactos más pequeños con los que reforzar productos ya existentes o llenar el hueco de los que se encuentran en fase de desarrollo.
Apple asegura que ha comprado más de 20 empresas relativamente pequeñas en los últimos 15 meses. Y en el último trimestre gastó 525 millones de dólares en adquisiciones, casi el doble de lo que invirtió en el mismo periodo del año anterior. Aunque modestas —la reserva de efectivo de la compañía es de casi 160.000 millones de dólares—, esas compras permiten hacerse una idea del rumbo que quiere tomar la empresa y de qué productos y servicios intenta crear o mejorar.
Leer la nota completa en: El País