Fin a una de las operaciones más calamitosas de Google: la compra de Motorola por 12.000 millones de euros en 2012 que ahora vende a la china Lenovo por 2.130 milllones. Se queda con las patentes que, de momento, no le han servido para ganar ninguno de sus pleitos entablados.
Lenovo utilizará la marca Motorola y los productos ya lanzados o ya previstos para su salida al mercado (Moto G y Moto X), pero Google mantendrá «la inmensa mayoría» de la cartera de patentes de la marca Motorola Mobility, motivo principal por el que realizó la compra de esta filial por 12.500 millones de dólares en 2012.
Google realizó la adquisición de Motorola, anunciada a finales de 2011, con la intención de ser la dueña de las casi 20.000 patentes que este fabricante había acumulado en sus ocho décadas de historia. Las únicas vías para acceder a estas tecnologías era hacerse con la compañía propietaria de las patentes o emprender costosas batallas legales en los tribunales. Sin embargo, el negocio de los móviles solo le daba pérdidas millonarias cada trimestre.
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