En México, la legislación para utilizar células troncales de origen embrionario es dispersa e insuficiente y además distintos sectores y grupos sociales impiden trabajos científicos con estos elementos, aseveró la investigadora Ingrid Brena Sesma, de la UNAM.
La coordinadora del Núcleo de Estudios en Salud y Derecho del Instituto de Investigaciones Jurídicas señaló que la regulación en el ámbito debe sustentarse en un trabajo legislativo democrático y laico que respete la libertad de investigación y establezca las condiciones adecuadas para realizarla.
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