Solid Concepts, una empresa tejana de ingeniería, reivindica ser la primera empresa en haber reproducida en impresora 3D una pistola de metal.
A diferencia del caso Liberator, cuyos componentes eran de plástico y las impresoras domésticas, esta pistola es de metal, puede disparar varias balas seguidas y se ha reproducido en impresoras industriales. La empresa convirtió los metales en polvo y luego los calentó para crear las piezas moldeables con un proceso de sinterización láser.
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