Los rayos que desencadena una tormenta no solamente emiten luces dentadas hacia la Tierra, sino que además emiten otro tipo de energías por encima de las nubes aún por analizar. La Agencia Espacial estadounidense (NASA) puso en marcha el pasado verano un proyecto para estudiar este fenómeno, y lo hizo con sello español.
David Guzmán García, doctor por la Universidad de Alcalá de Henares (España), fue uno de los ingenieros que trabajaron en la construcción del experimento Firestation, instalado desde hace unas semanas en la Estación Espacial Internacional (ISS) para poder medir el impacto energético de las tormentas.
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