Si es difícil imaginar a un cerdo limpio, aún más difícil es imaginar un cerdo que cuide el medio ambiente.
Sin embargo, una granja de cerdos en el estado de Morelos, México, ha logrado ambas cosas, con un impacto ecológico positivo mediante la reducción de emisiones de gas de efecto invernadero.
Tanto trabajadores como animales de la granja de cerdos de Tlaquiltenango, contribuyen a este objetivo, como parte de una de las muchas iniciativas “verdes” que han colocado a México en una posición de liderazgo regional en temas de protección del medio ambiente, que aspira a reducir a la mitad su emisión de gases de efecto invernadero para 2050.
Leer la nota completa en: El País