“La historia de un arroyo –escribió Elíseo Reclús–, hasta del más pequeño que nace y se pierde en el musgo, es la historia del infinito. Sus gotas centellantes han atravesado el granito, la roca calcárea y la arcilla; han sido nieve sobre la cumbre del frio monte, molécula de vapor en la nube, blanca espuma en las erizadas olas.”
La cantidad de agua que existe en el planeta siempre es la misma, es decir, el agua no se pierde mágicamente sino que se encuentra dentro de un ciclo que incluye varios estados físicos como el líquido, sólido y el gaseoso, formando parte de las nubes, la nieve, los arroyos.
Leer noticia completa en: WikiMéxico.
