Las nuevas tecnologías y las exigencias del día a día tienen una gran influencia en cómo las personas encaran el trabajo, despertando en ellas diversos niveles de ansiedad.
Es que no sólo los procesadores se tornaron más veloces, los programas son cada vez más inteligentes y la cantidad de datos crece exponencialmente –como publicó la revista Veja-, sino que, además, contamos con todo tipo de dispositivos móviles para llevar el trabajo donde sea que vayamos.
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