Clásico, por ahí dicen que los mexicanos somos masoquistas, por nuestra comida picante y es que en algún momento, por sofisticado que seas, has decidido ingerir cantidades, que otros consideran peligrosas, de alimentos que te “enchilan”, si alguna vez te has preguntado por qué de inmediato comenzamos a sudar y aún así no podemos dejar de comerlos, aquí te contamos por qué.
La capsaicina, es un componente activo que está presente en ají picante, la cayena, la mostaza de Dijon, el chile, el tabasco y la páprika, entre otras sustancias, son las encargadas de estimular los receptores de calor y dolor de la epidermis, provocando así una irrigación sanguínea más intensa y una fuerte sensación de ardor en la boca.
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