La administración de EPO (hormona de síntesis que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y mejora el rendimiento muscular) y las autotransfusiones en personas sanas «no tienen sentido» y resultan «terapéuticamente intolerables», según aseguraron hoy dos expertos peritos en una nueva jornada «vampírica» en el juicio de la Operación Puerto contra el dopaje.
La sangre volvió hoy a ser protagonista en la sala de lo penal número 21 de Madrid, donde se juzga al médico Eufemiano Fuentes y otras cuatro personas por delitos contra la salud.
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