Mediante la estimulación cerebral profunda (pequeñas descargas eléctricas) se pretende postergar el avance de un mal que cada vez afecta a más población, se trata del Alzheimer.
Este dispositivo que se coloca en el cráneo del paciente, para introducir electrodos, en el lugar adecuado, podría ser un freno a esta epidemia, pues la investigación con los “marcapasos cerebrales” se encuentra en sus primeras etapas.
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